1. Comenzamos cortando la tela de arpillera, yo he utilizado un rectángulo de 50 x 40 cm.

Esta tela, si no la remalláis, bien con una máquina remalladora o bien pasando el zig-zag con una máquina de coser normal, se os puede deshilachar con mucha facilidad.

Hay una solución alternativa, que sería poner pegamento textil en los bordes de la tela, yo lo he hecho así en este caso, porque quería que quedase todavía más rústico.

Tenéis que aplicar poco pegamento, ya que pega muy bien y no queremos que se note demasiado.

2. Cortamos dos trozos de la cinta elegida para los bordes a la medida del lado más estrecho de la tela (40cm), uno para cada lado.

3. Pegamos con pegamento textil.

4. Con la lana y la aguja a modo de pasacintas, pasamos por los agujeritos que tiene la cinta elegidam y de vez en cuando atravesamos también la tela de arpillera para que la puntilla quede más sujeta.

Si vuestra cinta no tiene agujeritos, podéis coser la lana a la tela de arpillera.

5. Al final del todo, he hecho un lacito del modo siguiente:

5.1. Saco el extremo final del cabo de lana por la tela de arpillera haciendo esquina con el borde que he ido recorriendo con la lana. Además, saco doble, como veis en la imagen, otro de los cabos.

5.2. Hago una lazada, que automáticamente quedará con cuatro lazos y un rabito.

5.3. Meto el rabito con la aguja hacia la parte de detrás de la tela.

5.4. Hago un par de nudos y corto el sobrante.

En esta imagen podéis ver como la tela de arpillera tiene puntadas, tal y como os decía en el paso 4

Y ya tenemos un mantelito listo: